LA BELLEZA GASTA UÑAS ROTAS. Última parte de la ponencia.
Mariano Esteban Núñez.
¿Qué nos puede ofrecer
como pretexto la figura de un pintor a un centro educativo? TRES OFRENDAS.
Primera ofrenda: Las
metáforas.
Las metamorfosis,
máscaras, sugerencias, apropiaciones, sustituciones versiones y diversiones que
podamos inventar con la figura del Greco, de un pintor genial, extravagante,
del pintor nómada, del inmigrante, del humanista, del erudito, del Griego de Toledo.
Segunda ofrenda: Las
búsquedas.
Buscar mirarnos en los
sueños del Greco, desde el otro lado del tiempo. Buscar razones, que inspiren
nuestro conocimiento.
Buscar pequeñas
historias, actividades, que llenen los baúles
de la memoria poética de nuestros adolescentes de
Santa…
y llevarles a un embarcadero.
Tercera ofrenda: La posibilidad, preferencia… y pretexto.
Tres palabras preciosas, todos podemos ser más
brillantes, ingeniosos y creadores, más inteligentes en definitiva… porque
superarnos a nosotros mismos es lo verdaderamente importante, y lo más
sorprendente, admitir el cambio para mejorarlo todo.
Siempre podremos ser
más que nosotros mismos ayer… si nos atrevemos a despegarnos de nuestras
seguridades, comodidades y certezas.
Todos los grandes, los
indispensables, los únicos de la Historia del Arte, y especialmente los que yo
conozco, los de la historia de la pintura, eran unos insatisfechos, unos buscadores
activos de posibilidades nuevas en
la realidad, y todos sin excepción estudiosos de sus preferencias, de sus preferidos del pasado. El Greco es el greco
pero no pudo llegar a ser él sin Tiziano, Tintoretto, Paolo Veronese o Miguel
Ángel. Los retratos de Velázquez, no pudieron llegar a ser lo que son, sin los del Greco.
Como dice J.A. Marina, “los
humanos mejoramos si interactuamos con los mejores y empeoramos si lo hacemos
con los peores”. Qué fértil puede ser el
encuentro entre diferentes capacidades, talentos y circunstancias favorables. Esto genera una motivación extra.
Si con nuestro proyecto,
despertamos la curiosidad de nuestro alumnado,
poblamos y envolvemos con actividades insóitas por inesperadas, sus alrededores
personales… y contagiamos su mundo, con la figura del Greco, los Beatles o
Tombuctú… lograremos que nuestros adolescentes sean distintos, manejen un
inventario de la memoria diferente, que les lleve a ver como corrientes, las
cosas buenas y excepcionales que les rodean en su modo de relacionarse, por el
hecho mismo de que son frecuentes, cotidianas en su diario escolar.
En muchos aspectos, somos la personificación de lo que hemos aprendido… hay lugares comunes que yo reconozco cuando me relaciono
con artesanos, profesores, arquitectos, pintores, sacerdotes o ingenieros… una
forma de ser especial que en pequeña y cierta manera les homologa.
Todo el conocimiento es
práctico y característico, porque la vida es acción y carácter.
El Greco en sus famosas
anotaciones que hizo en el libro de Vitrubio escribió: “La pintura es una
ciencia especulativa” y yo os propongo hoy aquí que la educación sin duda que
también lo es.
El Galiana en el Greco
o el Greco en el Galiana es un desafío
creativo, una cautelosa provocación, un vendaval imaginario de un año repleto
de actividades, de experiencias, de
instalaciones efímeras, de especular con
el conocimiento y su relación con la figura del pintor.
Se pretextan estudios de nubes y
jardines renacentistas desde biología acudiendo a los cielos y paisajes del
Greco, composiciones químicas de minerales
y pigmentos que él utilizó, mapas de geografías de viajes realizados por
el Candiota… se pretextan funerales de un conde con leds y hombres de palo
robotizados desde las tecnologías, danzas de moriscos y pavanas renacentistas
desde música… recorridos por las vanguardias que redescubrieron al Griego desde
historia, proporciones matemáticas, números de oro, secciones áureas, se
pretextan los juegos infantiles de la época, lo divino y lo humano desde
religión, se pretexta Shakespeare y sus sonetos a la belleza desde la
asignatura de inglés…
Y caben éstos y otros muchos pretextos. Y todos son posibles con el Greco, los Beatles o Ramón
y Cajal… como cómplices. Como excusa. COMO COMPAÑEROS DEL AULA.
Y entonces y sólo entonces, el pabellón de
nuestro instituto se convierte, se transforma, en un ruidoso embarcadero de
barcas amarillas y diferentes timoneles trazarán el mapa de la fortuna, hacia
la isla del tesoro del conocimiento; de
una época, de un pintor, de su sociedad y
de la nuestra, y lo más importante, el conocimiento de nosotros mismos…
y entonces sentimos que
a veces, en algunos excepcionales momentos de escuela, nos ocurre el prodigio
de asistir a la biografía de juventud de posibles celebridades del futuro.
Y si en esa travesía,
la más importante, la más BELLA, nos tenemos que romper las uñas, que se rompan.